El Mosaico Gastronómico Mexicano

Es indudable que la gastronomía Mexicana es una de las más ricas del mundo, tanto por sus sabores como por su variedad de ingredientes, conceptos e influencias; y es que México es un mosaico de culturas, desde las prehispánicas, con sus platillos hechos a base de chile, frijol y trigo, además de algunos animales regionales como el conejo y el carnero, hasta las europeas, con sus especias y guisados típicos.

Desde la conquista, la intención de la corona española no fue la de erradicar por completo a los pueblos que habitaban la zona, el objetivo era el de someter y evangelizar ya que no buscaban invadir el terreno, sino más bien sacar provecho de él para el imperio. Esto dio a lugar al mestizaje, a un complejo sistema de castas, y a una intensa variedad de realidades, así como a una amplia gama de formas de comer.

Después llegó la independencia. A partir del 27 de septiembre de 1821, la Nueva España dejó de existir y dio espacio para el nacimiento de una nueva entidad política. La Nación Mexicana, como se le denominó en 1824, de pronto quedó vacante, como un delicioso manjar que se ha quedado en la mesa sin atender; esto llamó la atención de otros imperios globales que no tardaron en hacer el viaje y buscar retomar lo que había dejado la Corona española. 

Eventualmente, llegaron los franceses y los ingleses y los alemanes y los italianos, aunque fueron realmente los primeros los que vinieron con ánimos conquistadores. El imperio francés logró imponer su dominio sobre los ahora Estados Unidos Mexicanos durante un periodo significativo lo que también abrió la puerta a muchas influencias culinarias. La crepa, el bisqué y el fricáse, son tan solo algunos de los conceptos que llegaron con los galos en sus barcos. Después, los ingleses nos trajeron el rosbif, el bistec (o beef steak), y los ponches, y los italianos trajeron menestras y pastas, cada uno con sus condimentos específicos y olores representativos.

Cada cultura que ha llegado a tierras mexicanas, sin importar sus objetivos o agendas, ha sido adaptada por la interminable creatividad y sazón del mexicano para crear lo que hoy conocemos como una de las cocinas más conocidas y reconocidas a nivel mundial.

¿Qué sería el mundo sin el mole o los chiles en nogada? ¿Sin pozole o cochinita pibil? ¿Sin el taco o el sope o el sinnúmero de creaciones mexicanas que diariamente se consumen internacionalmente, tanto en restaurantes de alta cocina como en los puestos callejeros?

La identidad del mexicano está en cada uno de sus platillos y esa identidad es el producto de cada influencia, de cada cultura, de cada sufrimiento y alegría, de cada guerra, y de cada sublevación.

C.M.A.

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